jueves, 13 de octubre de 2011

Vamos Perú!

Hasta hace unos meses, el país se encontraba totalmente dividido. El Perú estaba entre ser un país gobernado por un militar sin estudios o la hija del ex Presidente, cuyos estudios fueron pagados por casi todos los peruanos. Las clases sociales se encontraban divididas, todos nos moríamos de miedo por saber quien iba a ser el nuevo gobernador. La discriminación y el racismo fueron temas candentes en esos momentos. Los denominados 'ignorados' habían sido los causantes de la decisión final. Lima no era Perú y Perú no era Lima. El pueblo y los 'marginados' habían superado el 50%. Los pitucos estaban cagados.
¿Qué podía hacer que toda esta gente volviera a unirse? ¿Qué podía ser "eso" que uniera a todos en uno y poder ser una nación de verdad?
Cuando tenía 9 años, fui al estadio a ver a Perú jugar frente a Colombia. No recuerdo si ganó. No recuerdo si fue Colombia, lo que sí recuerdo es que en cada gol cada uno de los asistentes: costeños, serranos, selváticos, pitucos, pirañas, etc. celebraron como si ya estuviéramos en el mundial. Cuando metieron el primer gol, la gente corrió a abrazarse, uno no tenía ni la menor idea de quien estuviera al costado, pero eran peruanos y eso bastaba.
Hoy, me doy cuenta que cuando estamos en una cancha, nuestras emociones dependen de 11 jugadores. Aquí no importa la condición en la que vivas, cuánto ganas o en qué universidad estudias. Todos cantan una misma canción, todos alientan a un mismo equipo.
Ahora todos tenemos fe de que esta nueva selección vaya al Mundial Brasil 2014, creo que yo al igual de mucha gente de mi edad o más está harta de escuchar las historias de cómo Perú jugaba en los 70's y 80's. Estamos hartos de oír comentarios como 'Perú jamás llegará a un mundial' y ya quiero llenar el álbum panini del Mundial Brasil 2014 y afanarme para llenar las páginas de Perú. No jodan, es nuestro sueño y la selección de hace años ya no es la misma. Es una selección con más huevos y punche.
Ya no importa si el pendejo árbitro va a estar a nuestro favor, la selección la va a seguir luchando, hasta el final.
No va a importar si nos hicieron brujería y la bendita pelota no podía pasar por el maldecido arco.
A mí no me importa si Perú pasa al mundial en último puesto, no me importa, me importa que suframos en la cancha y no hagamos el ridículo.
Como vamos hasta ahora, solo me queda decir: ¡Gracias Markarián! aunque te hayas pajareado en el último partido.

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